Compasión (Reflexión)



La compasión es la base de todos nuestros senderos.
A veces, no obstante, puede convertirse en algo "construido" y no fluido. Cuando no entendemos su verdadero principio y usamos la compasión como compensa a estados personales internos no resueltos.
Una compasión sin artificios, genuina, tan sólo puede surgir cuando hayamos descubierto nuestra verdadera condición. Observando nuestros límites, condiciones, fallos, conflictos. Entonces podremos llegar a ser verdaderamente conscientes del sufrimiento de otros.
En ese punto, nuestra propia experiencia se convertirá en una base modélica que nos permitirá entender, empatizar y ayudar de manera plena y correcta a los que nis rodean, bien sean hombres o animales.
La única fuente de toda clase de beneficios para los demás es ser conscientes de nuestra propia condición de existencia.
Cuándo sabremos cómo ayudarnos y tratarnos a nosotros mismos, cómo "trabajar" con nuestra situación, estaremos en disposición de ayudar plenamente a los otros. Es ahí cuándo nuestro sentimiento de compasión surgirá abundantemente, imparablemente, como un manantial cristalino y sin necesidad de someternos a doctrinas ni reglas religiosas de ninguna condición. De modo que la propia existencia será sabedora en su total consciencia y que no existe vida ni existencia sin dar ni darse.
Que el verdadero motivo de existir es propulsar a los otros.
Descubierto ésto, no hay vuelta atrás. El ego, por sí sólo retrocederá y dará paso al verdadero ser en trabajo continuo con todos los demás. Ésa es la verdadera, perenne y luminosa felicidad.
(c.bürk)

Comentarios

Entradas populares