NIVEA me ha devuelto la confianza en las cremas.
Mis cremas bajo la flor de navidad :-) |
Demasiado a menudo nos encontramos ante campañas
publicitarias que nos prometen efectos increíbles y milagrosos con el uso de
sus cremas. No obstante, y eso se sabe, los cosméticos poseen efectos limitados
que, si bien pueden ayudarnos a atenuar algunos aspectos de la piel, sus
resultados no consiguen ser prodigiosos. Tras probar muchas cremas distintas,
muchas de ellas de coste elevado, teniendo que hacer un verdadero sacrificio a
la hora de adquirirlas, me he vuelto a pasar a una gama de cremas −que con
total sinceridad− me parece la mejor de todas. Estoy hablando de NIVEA. De
joven ya la había usado y me funcionaba genial. Seguía usando desde siempre su
maravilloso Bodymilk. Ahora, tras muchos experimentos he vuelto a topar con
NIVEA, ésta vez con su nueva gama Cellular Anti-Age. Contiene extractos de
magnolia, se sabe que realmente es un potentísimo antioxidante.
También sé que NIVEA incluye la lanolina (se encuentra en la
lana de oveja) en sus cremas. Y la lanolina es un protector tremendo para la
piel. Y he dicho, en la lana de la oveja, porque esquilando ovejas no se daña
al animal, además resulta necesario para éste. NIVEA no experimenta con
animales y ese es un factor muy grande que tengo en cuenta, ya que soy vegana
al 100%. NIVEA tampoco presume de ello, ni presume de efectos que luego son
mentira. El anuncio de Cellular Anti-Age habla de una regeneración celular a
nivel más profundo, un nuevo comportamiento joven de las células y esto, he de
decirlo, es verdad, porque lo estoy experimentando absolutamente. Puedo dar fe
y mi palabra que desde hace aproximadamente dos meses que vengo usando la gama
(crema de noche, crema de día y contorno de ojos) mi piel está reaccionando de
manera casi espectacular, o sea que en cierto modo sí que había una crema
milagrosa y era ésta.
Me siento la piel mucho más elástica, hidratada, como cuando
estaba en la veintena. También está más luminosa y las pequeñas arruguitas que
ya tenía se han ido, a penas resultan visibles. Cumpliré 43 años en enero y
siempre me he cuidado mucho la piel y eso se nota. Hasta los treinta venía
usando NIVEA Q10 y no me extrañaría que de ahí, mi piel se ha mantenido tan
fantástica. Siento el tiempo perdido con otras cremas, el dinero perdido por
las falsas promesas. No volveré a cambiar de crema, ya que he encontrado lo que
buscaba, porque funciona, ¡funciona de verdad! Ahora sólo espero que NIVEA
amplíe la gama y quizás saque al mercado también el serum de la gama,
mascarilla, tónico y limpiadora. ¡Más ya no se podría pedir!
He escrito este artículo libremente, pues cuando recomiendo
algo es porque de verdad lo he comprobado así. Cuando descubro algo que es
verdad, me gusta recomendarlo y comentarlo. Esto no es publicidad, es mi
recomendación, pues surge de mi absoluta conformidad con ésta crema.
Además, nunca olvidaré a un señor mayor que era vecino mío,
que a sus 83 años tenía la piel como un señor de 40. Un día, no pudiéndome
resistir, le pregunté (es que soy una curiosa) que qué hacía para tener una
piel así, si es que era genético y me contestó “Niña, yo cada noche y cada
mañana tras lavarme la cara con agua y jabón me doy crema NIVEA, la del bote
azul, la de toda la vida”. Creo que me desveló un gran secreto que todos
deberíamos conocer.
Claudia Bürk
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