Madre Dios
Como
fiera que entrega sus garras,
Como
cordero que devuelve sus lanas,
Como
astro que declina su brillo
Y sol
que ignora su luminiscencia,
Así
clamo por lo sencillo.
Dondequiera
que pude volar,
En lo
más alto; en el cielo mismo
Miré
con misericordia las bajezas de la vida,
Que me
instaron a arrojar
Mis
alas al abismo.
¿Cómo
fue posible,
Que
desde la alta cima
Del
Sinaí de la mentira
Yo tuviera otros sueños
Que no
fueran volver a la tierra,
A la
madre bondadosa?
Cuando
vi inventarse laberintos
Y
alzarse cielos,
Vi la
talla del tiempo en la roca
Y todo
lo miré entre penas:
Ante la
desnuda y sola promesa
De emigrar
a ello
Arrastrados
por nuestras propias cadenas.
Dondequiera
que tuve la vista,
No vi
sino esclavos,
Hombres honrados de rodillas
U hombres
por la victoria embriagados
Enaltecidos
sin consciencia,
Ahí, bajo
el candor mentido de las cosas
En
apenas una apariencia.
Hombre
de la antigüedad;
Te
refugiabas en la tierra para hallar la libertad.
Hombre
que de la tierra nació
Y a la
tierra volverá
Y sin
embargo, comprende que vivir es mucho más.
Es
ser hombre en su grandeza verdadera,
Es
consciente de su escasa ventura sobre la faz de la tierra.
Sabe de
su subsistencia fuera de toda huella.
Sabe
que la tierra tiene instinto de devorarlo,
Cual
Saturno a sus hijos.
Que
contra eso no hay crucifijos,
Ni Dios
que pueda salvarlo.
Empero
en el rosal de las paradojas,
Que
mata y da vida
No
existen las reales congojas.
Que
Dios es flor y es espina
-y
habrán pensado bien-
Es
Muerte, Vida y Destino.
Día 03 de Marzo de MMXIII
Interesante reflexión sobre la vida y la humanidad. Quizás tengas razón y algún día nos desprendamos de todo y volvamos a nuestros orígenes.
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