In absentia

Arraigo un oasis,
de letras que no mueren,
de palabras que pronunciarse no quieren,
de ideas que sucumben.
Acarreo un desierto:
grafía y balbuceos,
de intentos y gotas de tinta
que mueren sobre la hoja.
Arrastro esa cruz,
que pesa sobre las letras
que me ocultan los indicios.
Como el faro ante un naufragio,
iluminan mis ojos
lo que el alma toca y calla,
lo que en mis adentros custodio y encadeno,
lo que mis manos enmudecen.

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